Ferraris falsos a precio de ganga
Vendían por internet entre 20 y 30 mil euros un modelo que normalmente vale más de medio millón de dólares.
Cualquiera que haya comprado un falso reloj Rolex o una imitiación de una cartera Gucci alguna vez sabe que, a primera vista, lucen casi iguales que los originales, pero no así en las distancias cortas. ¿Ocurre lo mismo con un Ferrari?
En Italia han descubierto lo nunca visto ya que la policía ha logrado desarticular una red de falsificadores en Sicilia que se dedicaba a reproducir estos símbolos del máximo estatus social y la élite transalpina sobre cuatro ruedas.
Algunos de estos vehículos llegaron a venderse a través de Internet por entre 20.000 y 30.000 euros, una vigésima parte del valor de su original… un verdadero sueño para quien nunca pudo ahorrar medio millón de dólares para un auténtico bólido del Cavallino Rampante.
Ensamblados con algunos componentes originales y otras partes falsas, para un ojo inexperto, es sólo un clásico y rojo Ferrari. En realidad, luce como un 328 GTB, un modelo que dejó de producirse a fines de la década del 80. Pero visto de cerca, no puede ocultar que es una pálida imitación del auténtico. Otro F355, rojo por supuesto, es en realidad un Pontiac Fiero en su interior.
Pobres imitaciones pero los compradores sabían el engaño
La investigación policial comenzó en el norte del país, concretamente en Maranello, donde Ferrari tiene su fábrica. Desde allí, la pesquisa se dirigió hacia el sur, a Palermo, Sicilia, donde los autos eran ensamblados con piezas que llegaban de diferentes partes del país y, también, de otras marcas. La policía logró confiscar 21 Ferraris piratas, de las cuales 14 ya habían sido vendidos, mientras otros siete estaban guardados en talleres sicilianos.
Hasta el momento hay 15 personas detenidas a quienes la policía calificó de “constructores muy capaces”. Se sabe, de todos modos, que los compradores sabían que estaban adquiriendo Ferraris de imitación, aunque con documentos que también estaban alterados.