¿Por qué pierden clientes los talleres?
¿Sabía usted que un cliente solo puede ser considerado como tal, si es un comprador de productos o servicios que regresa luego de su primer contacto o experiencia con su empresa? Porque si ese comprador no regresa, nunca fue un cliente. Solo fue un comprador ocasional.
En el caso específico de un taller, de cualquier tipo, veamos algunas razones por las cuales un comprador de servicios no se convierte en cliente, o en el peor de los casos, un cliente deja de serlo.
- Las reparaciones no se realizan en el tiempo indicado. Muchas veces, el tallerista promete tiempos de entrega ajenos a su capacidad con tal de tomar el trabajo.
- Las reparaciones no se efectuaron correctamente lo que hace que el cliente tenga que acudir nuevamente al taller con la consiguiente molestia.
- Las reparaciones o modificaciones no corresponden al acuerdo entre ambas partes. Este problema se presenta regularmente en los talleres de enderezado y pintura.
- El cliente considera elevado el precio de la reparación. La discusión se basa en que, por ser cliente, éste no pidió un presupuesto antes de efectuar el trabajo.
- El trato recibido por el cliente por aquellas personas que tienen relación con el trabajo no es del agrado de éste. Aquí se incluyen tanto quien contesta el teléfono como quien realiza la reparación.
- El negocio incumple lo que promete tanto en su publicidad como verbalmente. Por ejemplo, ofrece materiales de primera calidad y luego el cliente nota que no es así.
- El taller incumple la garantía de ley o condiciona ésta a nuevos pagos.